La propuesta de reforma tributaria presentada por el Ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, según lo señala el editorial de El Espectador, es bien intencionada, pero necesita ajustes, pues tiene varios aciertos y también inquietudes por parte del sector empresarial; así mismo, es un buen paso para mejorar la equidad y progresividad del estatuto tributario, aunque se queda corta en explicar en qué se van a gastar los recursos, en un país acostumbrado a la corrupción, afirman analistas.
El principal acierto de la reforma es
que busca un sistema progresivo donde cada quien aporta según sus
posibilidades, para contrarrestar el sistema regresivo actual donde quien más
gana menos paga; en efecto, el aumento al impuesto de renta de las personas con
ingresos superiores a 10 millones de pesos y el impuesto a patrimonios mayores
de 3.000 millones busca que quienes más tienen más tributen. De esta manera, se
recaudarían $5.5 billones por renta y $2.6 billones por patrimonio; mientras
que las otras cargas serían asumidas, una por las empresas, que contribuirían
con unos $5.1 billones, y la otra, provendrían por “recursos del uso del
subsuelo”, las cuales ascenderían a $7 billones. Estos tres rubros representan
el 80% de la propuesta de reforma.
En el diagnóstico de la reforma se
afirma que “el recaudo por concepto del Impuesto de Renta de Personas Naturales
(IRPN) en Colombia es el más bajo entre una muestra de 36 países de economías
avanzadas y de otras economías de la región. En 2020, los ingresos provenientes
del IRPN en el país ascendieron a 1,3% del PIB, inferior al recaudo de otros
países de Latinoamérica como México (3,8%), Chile (2,0%), Costa Rica (1,5%) y
al promedio de la OCDE (8,0%). Este resultado se explica en parte por las
excesivas deducciones y rentas exentas, [las
cuales la presente propuesta pretende disminuir]. (…) ya que benefician especialmente a los contribuyentes de
mayores ingresos. (…) En un país con
tantas necesidades de gasto, el bajo recaudo del IRPN conlleva a que la
estructura tributaria del país se soporte principalmente sobre las empresas e
impuestos indirectos, afectando la progresividad del sistema”. Esa es la razón
por la cual en esta propuesta de reforma es mayor la proporción de la carga sobre
las personas que sobre las empresas para hacer más equitativo el sistema.
El segundo acierto es que es un
buen paso para mejorar la equidad, dado el contexto de pobreza, inseguridad
alimentaria y desigualdad que enfrenta nuestra nación. Según la CEPAL, en 2021,
la pobreza extrema en Colombia (12,2%) fue mayor a la de Ecuador (10,5%), Costa
Rica (6,3%), Perú (4,1%) y Paraguay (3,9%); respecto de la inseguridad
alimentaria, el Instituto Nacional de Salud, señala, que en Colombia, entre los
meses de enero y febrero de 2022, se presentaron 3.156 casos de desnutrición en
niños, y a julio de 2022, las muertes
por desnutrición en Colombia en niños menores a cinco años ascendieron a 184; y,
en cuanto a la desigualdad, Colombia se ha caracterizado por contar con
elevados y persistentes niveles de desigualdad de ingresos. El coeficiente de
Gini se ha ubicado sistemáticamente por encima de 0,50, cifra que ubica al país
entre el 10% de países más desiguales del mundo, por encima de Brasil, México,
Chile y Argentina.
Finalmente, respecto de los ajustes, los analistas lamentan que no
se haya incluido nada sobre el IVA, dado que algunos bienes que hoy tienen una
tarifa del 5% pueden pasar a tributar el 19%, y que no se haya disminuido la
tarifa general en el impuesto a la renta para las personas jurídicas; consideran
que a la reforma le sobra el tema de los impuestos saludables y el de gravar
pensiones, pues tienen muy poco impacto en el recaudo y generaron mucho ruido;
y modificar el impuesto al carbón sin tener aún un plan de transición
energética claro. Por último, dado el déficit elevado y creciente que en 2021
estuvo 12.4% por encima del nivel de 2019 y 26.4% mayor que la observada hace
una década, es urgente implementar lo pactado en Glasgow de pagar la deuda
externa con el avance en objetivos para combatir el cambio climático.
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