martes, 31 de diciembre de 2019

SALUDO AÑO NUEVO 2019



Somos muy laxos al autoevaluar nuestro comportamiento y muy exigentes al evaluar el ajeno. Este es el asunto medular de la crisis moral de nuestra nación, pues no hemos concentrado la fuerza en el foco donde ejercemos mayor influencia… nosotros mismos y la familia, lo cual nos ha debilitado y empobrecido espiritualmente, al permitirnos algunos vicios y algunas pequeñas corrupcioncitas, que, como no son públicas, trascienden poco, y su impacto queda reducido a la esfera privada.

Es preciso, entonces, reencauzar la energía y exigencia hacia nosotros mismos para evolucionar como personas y como familia… reflejo y fundamento de la sociedad, para aportar nuestro grano de arena en el proceso de reconstrucción ética de nuestra patria… y no perpetuar en nosotros y en el seno de nuestra familia lo que tanto criticamos afuera…es el deseo de cambio en esta navidad y año y nuevo.


domingo, 28 de abril de 2019

PALABRAS A YIYIS

Querida  familia Camacho Márquez, familia Márquez Sarmiento, demás familiares y amigos

El ángel del dolor ha tocado otra vez la puerta de nuestra familia… En esta oportunidad, después del gran vacío dejado por doña Oliva, hace cinco años,  nos conmociona nuevamente la inesperada partida de nuestra querida Yiyis. Ese perro fiel, pero importuno del dolor, nos muestra, a los que nos quedamos, la cruenta realidad de la finitud de la existencia humana y la posibilidad del pesar infinito, por no haber dado lo mejor de nosotros mismos a la persona que parte.


Porque el merecido estado evolutivo, del que parte a una forma de vida inimaginada, por el misterio que encarna la mutación del espíritu, es una conquista reservada para seres, que como Doña Yiya, logran trascender por lo inmaculado de su existencia.

Solo trasciende, nos enseña la teología, quien rige su vida por principios más elevados que los del placer; quien sigue dolorosamente su conciencia, cuando podría haber pactado, para obtener ventajas personales; quien acepta sus limitaciones internas, viviendo con coraje su existencia; y quien convierte en medio de crecimiento y de autorrealización personal la calamidad y los obstáculos inevitables de la vida.  

Solo quien vive, en profundidad este modo de ser espiritual, como ella lo hizo, convierte su existencia en trascendencia viva, que es más excelente que el éxito y más reconfortante que la simple felicidad.

He allí la configuración de la santidad, dignidad que se le hubiera podido conceder,  a nuestra adorada yiyis, si su acción se hubiera proyectado en la esfera de lo público, pero, como solamente nosotros, su familia y amistades cercanas fuimos los receptores de su grandeza, es en nuestros corazones donde queda grabada la huella indeleble de su santidad.

Sin duda, ella, como mujer cabeza de familia ejemplar se proyectó fecundamente, como el sembrador que esparce semillas sobre la historia, en ustedes sus hermanos, y en su descendencia, como promesa y esperanza. Apóstol de la familia que reclama hoy en día, con urgencia, nuestra nación, dado el grave desconcierto ético por el que atraviesa la familia, reflejo y fundamento de la sociedad.


Digo se proyectó fecundamente, porque ella ya cumplió, como la que más, al alcanzar la mejor versión de sí misma,  y contribuir a que los demás puedan encontrar la propia.

Como en el año 2014, con la partida de doña Oliva, habíamos adquirido el compromiso de dar lo mejor de nosotros mismos para contribuir en la consolidación de la fraternidad en la familia Marquez Sarmiento, somos testigos presenciales de la refrendación de este compromiso, por parte de yiyis, sin embargo, también, debemos preguntarnos si nuestro comportamiento también valida dicho compromiso y si estuvimos a la altura de la santidad alcanzada por ella.