lunes, 26 de junio de 2023

LA TRIPLE INTERROGANTE DE LA EXISTENCIA (3)

 





https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/301793-la-triple-interrogante-de-la-existencia-3   

La tercera interrogante, es la que se plantea por el sentido de la vida, señala el teólogo Tony Mifsud. “Es la experiencia de la infinitud de nuestros deseos, pero la finitud de su realización; de la necesidad de soñar en medio del descubrimiento de la experiencia del límite. Es el universo de los ¿por qué? y los ¿para qué? frente a la vida...donde se intenta comprender lo particular a partir de lo universal; …el detalle a partir de la totalidad; …una situación dentro de un contexto más amplio capaz de relacionar lo puntual con lo global. El sentido de la vida facilita la construcción de la propia identidad e ilumina el quehacer más apropiado porque constituye un punto de referencia que establece el contexto dentro del cual se plantean las dos preguntas sobre la identidad y el quehacer prescriptivo. A la vez, el crecimiento personal y las decisiones correctas orientan la búsqueda por el sentido de la vida”.

Descubrir el sentido de la vida, consiste en realizar una profunda reflexión personal, acerca de nuestro propio destino, de nuestro propósito y de nuestro papel singular en la vida, la cual es posible concretizar mediante la formulación de la visión personal, pues tal como lo señala Stephen Covey, la visión es “ver un estado futuro con el ojo de la mente (…) representa sueños, deseos, esperanzas, metas, planes”, es una perspectiva de visualizarnos en el largo plazo, que a su vez define el camino que se debe seguir para alcanzar las metas propuestas.

Pero, paradójicamente, mientras participamos en la formulación de la visión y misión empresarial de la organización en donde laboramos, no imaginamos ni realizamos la propia visión personal para desarrollar nuestro propio potencial, y por eso lo subutilizamos, quedándonos con la visión que ofrecen los lugares comunes del disfrute del presente y de la simple felicidad. En efecto, vivir el presente, lema de hoy en día, desligado de una perspectiva de visión de largo plazo nos conduce a un activismo ciego o a vivir de manera irresponsable; y parafraseando a Kant, como la felicidad es esencialmente indeterminada, debido a su carácter excesivamente subjetivo, pero curiosamente Aristóteles, “el más grande eudemonista de la historia de la filosofía está completamente de acuerdo con Kant… solo que en lugar de abandonar la búsqueda de la felicidad como relevante moral, como lo hace Kant, se arriesga por este mismo camino y llega a ser tan osado que plantea que aunque todos busquemos la felicidad, aunque nadie a ciencia cierta pueda saber qué hace felices a todos los hombres, sea necesario mostrar que hay una forma de felicidad que es la más verdadera y la más duradera…la virtud”.

En consecuencia, “estas tres preguntas forman una totalidad, pero cada una tiene su tiempo privilegiado: La interrogante sobre la identidad personal aparece con más fuerza en la adolescencia cuando el joven precisa diferenciarse de los demás; el qué debo hacer es el gran desafío que plantea el adulto cuando asume la responsabilidad de su vida; y la pregunta por el sentido se hace más apremiante con la vejez porque se acerca el interrogante final dentro de un contexto de dependencia y uno vale por lo que es”, plantea el teólogo jesuita.

 


domingo, 25 de junio de 2023

LA TRIPLE INTERROGANTE DE LA EXISTENCIA (2)

https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/301043-la-triple-interrogante-de-la-existencia-2 





La segunda interrogante, es una pregunta prescriptiva, afirma el doctor en teología Tony Mifsud, porque entra en el campo del deber ser…un ¿qué debo hacer? La vida está llena de alternativas y de opciones. En cada decisión uno se define frente a sí mismo y frente a los demás. No hablamos aquí de decisiones sobre gustos o simples opiniones sino de aquellas situaciones que exigen UNA AUTODEFINICION, vale decir, porque la decisión tomada tiene consecuencias en la vida de uno y en la de los demás”.

En términos de Kant, la respuesta a la pregunta ¿qué debo hacer? consiste en la acción realizada por deber, la cual se realiza OBEDECIENDO A PRINICPIOS, y no tiene nada que ver con aquello a lo que yo tiendo naturalmente y que deseo conseguir, la cual ESTÁ CONDICIONADA, es decir, que depende de lo que yo quiero realizar, y esto no ocurre, con las acciones que llevamos a cabo por deber.

Luis Eduardo Hoyos, profesor asociado del Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia señala que “no siempre el deber se opone a la inclinación natural...ejemplo… cuando quiero y debo irme a casa a preparar mi clase. La acción realizada por DEBER se debe distinguir de la acción que se lleva a cabo CONFORME AL DEBER. Si decido no tomar más cerveza, sino que voy a casa porque mañana no quiero quedar mal con mis estudiantes, YA QUE ME INTERESA CUIDAR MI REPUTACION, no diremos que esa acción fue causada por DEBER, sino más bien por interés, aunque al tiempo CONFORME AL DEBER. No es que este mal hacer cosas CONFORME AL DEBER, Y no propiamente POR DEBER, lo que ocurre es que lo realizado CONFORME AL DEBER, puede ser evaluado como BUENO, pero nunca como IRRESTRICTAMENTE BUENO”.

“Entre la pregunta por la identidad personal y la interrogante por el imperativo, existe una estrecha relación, y de doble vía… el ¿qué debo hacer? procede del ser, pero también ilumina el ser…porque a mayor claridad sobre la propia identidad mejor conocimiento sobre la actuación debida, pero también en la medida en que uno se comparta como es debido aprenderá más sobre su propia identidad. De manera que las decisiones importantes en nuestra vida nos van configurando de una manera determinada… después de cada decisión se consolida o se cambia el rumbo de la propia vida”, señala el teólogo.

En consecuencia, si mi comportamiento en una situación decisiva de mi vida, es una actuación debida, vale decir, coherente con mi identidad personal, es una decisión que me autodefine porque consolida el rumbo de la propia existencia, pero también trae consecuencias sobre la familia, hijos y nietos…porque al verme vivir comprometido y con el cuidado de ajustar mi conducta a lo que digo…ese modelamiento coherente deja una huella significativa…que se constituye en materia prima sobre la cual los hijos y nietos van construyendo su propia vida, la cual se convertirá en parte de su historia de vida adulta. Por tanto, nuestra existencia ha quedado marcada por aquellas personas que son significativas en la vida de uno, y el curso de la propia vida no se comprende sin ellas, pero, a la vez nuestra vida deja marcada a nuestra descendencia.

Pero, si mi comportamiento en una situación decisiva mi vida, no es una actuación debida, vale decir, incoherente con mi identidad personal, es una decisión que también me autodefine porque cambia el rumbo de la propia vida en términos de descenso, alejamiento de la mejor versión de sí mismo o mediocridad, e igualmente trae consecuencias sobre su descendencia, porque al verlo vivir sin el cuidado de ajustar su conducta a lo que dice…ese modelamiento incoherente deja una huella significativa… que se constituye en materia prima sobre la cual los hijos y nietos van construyendo su propia vida, y que se convertirá en parte de su libro de vida. En tal virtud, nuestra vida ha quedado marcada por aquellas personas que son significativas en nuestra vida, y el curso de la propia vida no se comprende sin ellas, pero, a la vez nuestro cambio de rumbo de vida deja marcada a nuestra descendencia.


LA TRIPLE INTERROGANTE DE LA EXISTENCIA ( 1)

 






https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/300013-la-triple-interrogante-de-la-existencia-1

El jesuita Tony Mifsud, doctor en teología moral, en una aproximación al concepto de moral, delimita el campo específico de su objeto de estudio: la realización del proyecto fundamental de la persona. 

En tal sentido señala que “en el curso de nuestras vidas hay tres preguntas que nos acompañan constantemente: ¿Quién soy?; ¿Qué debo hacer?; y ¿Qué sentido tiene la vida? y son interrogantes que nos planteamos de manera consciente o inconscientemente. La pregunta por la identidad personal es global y totalizante porque connota el sentirse alguien coherente y, de esta manera, poder presentarse frente al otro desde la propia individualidad. (…) Sin embargo, la pregunta por la propia individualidad, siendo personal, no es individualista, [porque como vivimos en un mundo interdependiente], todo intento de respuesta tiene que hacer referencia a tres variables fuera de uno mismo: los demás, el tiempo y el espacio”.

Tal como lo afirma el teólogo brasilero Leonardo Boff: “la persona concreta es este complejo nudo de relaciones y no se la puede entender prescindiendo de estas realidades que la integran concreta y esencialmente”.

En primer lugar, plantea el jesuita europeo nacionalizado en Chile “es del todo imposible definirse sin hacer referencia a otras personas, [dado el carácter interdependiente de la vida y del mundo, con el que nuestra vida ha quedado] marcada por aquellas personas que son significativas en la vida de uno, y a la vez, el curso de la propia vida no se comprende sin ellas. En ese sentido, los otros significativos forman parte de la propia vida, sea de manera positiva porque constituye ideales o fuente de cariño, sea de manera negativa ya que son causa de dolor o rechazo. El reconocimiento y la aceptación profunda de aquellas personas que han dejado sus huellas en la propia vida es esencial para construir la propia identidad y comprenderse a cabalidad”.

En segundo término, “las relaciones interpersonales se viven en un contexto histórico determinado. No es lo mismo haber nacido en el siglo veinte que en el medioevo, o no es lo mismo haber vivido en la década de los setenta que haber nacido en los noventa. Cada época tiene su cultura, su problemática (…), y esto no deja indiferente a las personas. (…) Somos hijos de nuestros tiempos”.

Y finalmente, “cada uno nace dentro de un lugar específico (…) no es lo mismo nacer en el trópico que en la zona glaciar (…) y este lugar también deja huellas muy profundas en la manera de ser, de comprender, de vivir. [En consecuencia], los otros, el tiempo y el espacio configuran la propia identidad porque van tejiendo el propio yo, y constituyen la materia prima sobre la cual cada uno va construyendo su propia vida. Por tanto, cualquier respuesta frente a la interrogante sobre la propia identidad necesariamente tiene que formularse con base en el recorrido del camino de la propia historia: relaciones interpersonales dentro de un contexto histórico y ubicados en un espacio delimitado”.

Parafraseando al teólogo brasilero, la persona no es una isla, sino un continente conectado con los otros y con el mundo, que van configurando el proyecto fundamental o personal, vale decir, su proyecto de vida.

  

lunes, 5 de junio de 2023

OCHO FORMAS DE ENRIQUECER LAS RELACIONES FAMILIARES


 

 

OCHO FORMAS DE ENRIQUECER LAS RELACIONES FAMILIARES

Sthephen Covey

Los éxitos profesionales no pueden compensar los fracasos en las relaciones matrimoniales y familiares.

No es tarea fácil mantener unas relaciones matrimoniales y familiares adecuadas a lo largo del tiempo.

Tener al frente un equipo compuesto por esposo/esposa basado en principios ayuda a ello

Si usted aplica las siguientes 8 prácticas basadas en principios revitalizará y enriquecerá sus relaciones familiares:

1.    Mantener una perspectiva a largo plazo

Sin una perspectiva de largo plazo no resistiremos ni podremos sobrellevar los inevitables rigores, luchas y desafíos que se nos van a presentar. En cambio, con una perspectiva a largo plazo habrá un camino que seguir.

Las ideas a corto plazo nos hunden en una ciénaga y nos dejan expuestos a nuestros propios medios para salir de ella.

2.    Reescribir el guion de su vida matrimonial y familiar

Nuestros padres y el resto de las personas constituyen modelos de roles, y para bien o para mal nos identificamos con ellos. Concretamente, nos dan un guion de vida que se convierte en nuestro rol. Lo asumimos más por absorción emocional que por elección consciente. Emerge de nuestras fibras vulnerables más profundas, de nuestra dependencia respecto de ellos y de nuestra necesidad de ser aceptados y amados, de sentir como somos importantes y valiosos.

Por esta razón modelar este rol es la responsabilidad básica de los padres. Ellos están escribiendo los guiones vitales de sus hijos, que éstos representarán durante gran parte del resto de sus existencias.

La gente se identifica mucho más con lo QUE VE Y SIENTE que con lo QUE OYE. Escribir el guion se basa en un 90% en ejemplos y relaciones y en un 10% en lo que escuchamos.

No debemos lanzar farragosos discursos sobre los altos principios morales, para después vivir el extremo opuesto dedicando la mayor parte de nuestras vidas a refunfuñar y a criticar.

Esos guiones ejercen sobre nosotros una poderosa influencia, pero también podemos aprender a reescribirlos. Los mejores guiones no provendrán solo de leer principios correctos en buenos libros, sino de identificarnos y relacionarnos con las personas que los interpretan vívidamente frente a nosotros

3.    Reconsidere sus roles

Los cónyuges y los padres representan 3 roles:

a.       Productor

El productor hace lo necesario para lograr los resultados deseados. Para incrementar los resultados, un productor puede usar herramientas. Un padre centrado sólo en la producción se preocupa de que la casa esté limpia y el patio bien cuidado. El mismo efectúa la mayor parte del trabajo y luego critica a sus hijos porque no han cumplido con la parte que les correspondía.

Muchos padres productores no saben delegar, y así acaban haciendo ellos mismos la tareas y quedando agotados. Todas las noches se van a dormir exhaustos, irritables, críticos y disgustados porque los demás no han colaborado más. Tienden a creer que la solución para la mayoría de los problemas es que ellos mismos pongan manos a la obra y hagan esa tarea. Cuando intentan delegar, a menudo concluyen afirmando: “me lleva más tiempo explicarlo y capacitar a una persona para realizarlo que hacerlo yo mismo”. Así que ceden y vuelven a la producción, para terminar con el cuerpo destrozado, sintiendo lástima de sí mismos y martirizados. Siempre andan sobrecargados de trabajo, ajetreados, cansados y disgustados. Sobre-reaccionan ante lo errores y corren a corregirlos. Siempre están encima de los demás y lo controlan todo constantemente, socavando así la motivación de sus hijos y cumpliendo con la profecía de: “ya lo sabía; sabía que no lo harían”.

b.      Administrador

El padre delega en sus hijos diversas tareas de la casa y el jardín. Esta delegación multiplica la capacidad del padre: El padre administrador compensa las debilidades del hijo productor.

El administrador comprende que se necesita UNA ESTRUCTURA, SISTEMAS (capacitación, comunicación, información y compensación) y normas de procedimiento y prácticas basadas en principios correctos. Con eso, gran parte de la producción puede llevarse a cabo poniendo el piloto automático. Pero……… precisamente por esta razón, el padre administrador tiende a ser inflexible, burocrático, orientado hacia los métodos y mentalizado hacia los sistemas.

Con el correr del tiempo los administradores tienden a concentrarse en la eficiencia y no en la eficacia, en hacer las cosas correctamente y no en hacer las cosas correctas.

c.       Líder

Existen muchas familias bien administradas que carecen de liderazgo, que proceden correctamente pero van en mala dirección o están repletas de excelentes sistemas y listas de control para cada uno de sus miembros, pero SIN CORAZÓN, SIN CALIDEZ, SIN SENTIMIENTOS. Los hijos tienden a escapar de estas situaciones, y a veces no regresan, excepto para cumplir con lo que les indica su sentido del deber familiar.

Si la madre cumple constantemente con el rol de productora, el padre el de administrador, y nadie ejerce el de líder, los hijos ayudarán muy poco y de mala gana. El rol del líder consiste en dirigir siendo un modelo y dando la perspectiva, en motivar a través del amor y la inspiración, en construir un equipo complementario basado en el respeto recíproco, en mentalizarse hacia la eficacia, concentrados en los resultados y no en los métodos, sistemas y procedimientos.

A medida que los hijos crecen y son capaces de asumir mayores responsabilidades, los roles de administrador y líder tenderán a hacerse cada vez más importantes. Finalmente, el rol de líder será destinado a uno de los padres o de los abuelos.

4.    Replantee su objetivos. P y CP

La cuenta bancaria emocional. Debemos preservar y aumentar los capitales y recursos que nos permiten ser productivos en la industria familiar: P= producción y CP= capacidad de producción.

 La orientación hacia la CP dimana directamente del carácter y de la integridad de una persona. Se trata de pequeños depósitos emocionales bajo la forma de PACIENCIA, GESTOS CORTESES, EMPATÍA, BONDAD, SERVICIOS, SACRIFICIOS, HONESTIDAD Y SINCERAS PETICIONES DE PERDON POR NUESTROS ERRORES PASADOS (retiros: sobrerreacciones, manipulaciones y egoísmos)

Cuando los hijos aún son pequeños y susceptibles de ser amenazados y manipulados, los padres obtienen lo que quieren, a pesar de estos métodos. Pero cuando el chico se hace adolescente, las amenazas del padre ya no tiene el mismo poder inmediato de producir los resultados deseados. Y si la cuenta bancaria emocional está en saldo rojo, los padres ya no tienen prácticamente el menor control sobres sus hijos, lo que conduce a la ruptura de la relación y a la pérdida de influencia.

 En el desarrollo de las relaciones familiares, las técnicas de búsqueda de atajos, las recompensas artificiales, las estrategias de manipulación psicológica pueden ocultar temporalmente los defectos del carácter, pero estos quedaran al descubierto en la siguiente tormenta que se presente en la vida.

Cuando descuidamos la CP en aras  de la P, quizá podamos lograr temporalmente un poco más de P, pero a la larga ésta siempre decaerá. Si empleamos técnicas manipuladoras e intimidatorias, tal vez obtendremos lo que deseamos a corto plazo, pero a la larga el nivel de confianza y el proceso de comunicación se degradarán, dando como resultado una cultura escéptica.

El matrimonio es un cortejo que exige efectuar constantes depósitos de fondos a través de la gentileza, bondad, pequeñas cortesías, palabras amables y amor incondicional

5.    Reoriente los sistemas de la familia

En una familia son necesarios 4 sistemas:

Metas y planes; responsabilidades y disciplina; enseñar y capacitar; comunicar y resolver problemas

6.    Ajuste tres habilidades vitales

A.     Administración del tiempo

Autoadministrar la vida no a través de crisis o problemas, sino mentalizados hacia las oportunidades. No niegan ni ignoran los problemas, pero tratan de prevenirlos. El secreto de la administración del tiempo estriba en establecer prioridades y ejecutar en función de ellas. Fijar prioridades nos exige reflexionar cuidadosa y claramente sobre los valores, las cuestiones definitivas, que luego deben ser traducidos a objetivos de corto y de largo plazo, a agendas o fracciones de tiempo. Una vez hecho esto, debemos disciplinarnos para hacer lo que hemos planificado.

B.     La comunicación

El primer desafío es aprender a decir lo que queremos significar, y el segundo es aprender a escuchar para poder comprender lo que les demás quieren significar.

La clave de la comunicación es la confianza, y la clave de la confianza es la confiabilidad. Vivir una vida íntegra es la mejor garantía par poder mantener el clima de comunicación eficaz.

C.     La resolución de problemas

Buscar una solución yo gano/ tu ganas en la que ambas partes se sientan bien y comprometidas con la decisión y el plan de acción

7.    Recupere su seguridad interior

La mayoría de las personas extraen su seguridad de fuentes exteriores

A.     Fuentes exteriores

El problema de las fuentes exteriores es que se es dependiente de ellas, lo que significa que nuestras vidas son zarandeadas por cualquier cosa que le pueda ocurrir a esa fuente.

a.       Posesiones

b.      y opiniones de los otros.

 

B.     Fuentes independientes

Debemos cultivar la interdependencia con fuentes que estén constante y fidedignamente más allá de las circunstancias

a.       Los principios del verdadero norte

Fidelidad a un conjunto de principios inmutables, lo cual significa educar constantemente a nuestra conciencia y obedecerla siempre.

b.      Una rica vida privada

Cultive la habilidad de estar solo y reflexione profundamente, de disfrutar del silencio y la soledad. Cultive el hábito de la meditación íntima, la contemplación, la plegaria, el estudio de las Sagradas Escrituras, reflexione, lea, escriba, escuche, perciba, pondere, relájese.  

c.       Aprecie la naturaleza

Sumérjase profundamente en las bellezas de la naturaleza para experimentar la magnificencia de la Creación, y la naturaleza alimentará su alma con su callada belleza y su fuerza. Piense en unas vacaciones que usted haya pasado en contacto con la naturaleza y gozado de tranquilidad en bellos parajes. ¿cómo se sintió? ¿No se sintió más en paz y tranquilo interiormente? Ahora piense en otras vacaciones llenas de diversiones pero también de citas, de carreras, de viajes, de actividades sociales y de momentos en ferias, circos, parques de diversiones ¿cómo se sentía cuando volvió a casa? ¿acaso no estaba exhausto y rendido de cansancio, y seguía necesitando unas verdaderas vacaciones?

d.      Afile la sierra

Cultive el hábito de afilar la sierra física, mental y espiritualmente todos los días, y también el hábito de efectuar ejercicios regulares de estiramiento, y fortalecimiento muscular como mínimo día por medio. Jamás debemos estar tan ocupados aserrando, para que no dediquemos un tiempo a afilar la sierra.

e.      Preste servicios

Al hacer el bien a los demás sin preocuparnos por nosotros mismos, la recompensa que recibiremos nos viene desde nuestro interior: una especie de recompensa psicológica, emocional y espiritual, bajo la forma de paz y seguridad interior.

f.        Sea integro

Cuando luchamos continuamente para armonizar nuestro sistema de hábitos con el sistema de valores, la nuestra es una vida integrada. Nuestro honor supera a nuestros estados de ánimo, sabemos que nos mantendremos fieles y dignos de fe ante la tentación. La integridad es el fundamento de toda bondad y grandeza verdadera.

La seguridad interna que emana de ella elimina la necesidad de vivir para impresionar, de exagerar para esforzarnos, de arrastrar por los suelos nombres y lugares, para pedir fuerza prestada a los títulos, puestos, modas, familiares, asociaciones o símbolos de status. No necesitamos del cinismo ni del sarcasmo ni del humor incisivo. Nuestro sentido del humor se torna espontáneo, sano y proporcionado a la situación.

g.       Esa otra persona

La fuente final de seguridad es esa otra persona que nos quiere y cree en nosotros. Un padre, una madre, un líder, un amigo que creyó en usted cuando ni usted creía en sí mismo.

 

8.    Establezca una línea de conducta en la familia

Establecer una misión conjunta