Es preciso cambiar el paradigma de justicia retributiva y vengativa, expresada en la ley del talión “ojo por ojo, diente por diente”, que simboliza el lema de la justicia por propia mano, en sentido negativo, por el de justicia por propia mano, en sentido positivo, que alude a cuando nos vamos a los mecanismos de mediación de la justicia restaurativa. Así nos lo explica de manera clara, la doctora en Sociología Jurídica de la Universidad Externado de Colombia, Claudia Helena Serje, en el programa el termómetro del canal CTV Barranquilla.
En efecto, “ese cambio de chip se
da cuando las partes acuden a ellos mismos, a través de la mediación, que es
una negociación asistida por un tercero, que ayuda a neutralizar el lenguaje,
para que las partes negocien...cuando las partes en conflicto, a través de un
mediador, recuperan la comunicación perdida, logran un buen acuerdo (…) donde las partes se asisten de un tercero,
que de forma colaborativa, de forma cooperativa, les ayuda a decidir y a
definir su conflicto...”.
Es justicia por propia mano, en
sentido positivo, porque ellos mismos, mediante la ayuda de un tercero, logran
solucionar su conflicto.
“Por eso, nosotros en nuestros
países, que son altamente conflictivos, tenemos que recrear esos espacios
invocando unos criterios de justicia, distinta a la JUSTICIA RETRIBUTIVA, que
es la justicia del castigo por el daño cometido, la llamada incluso la justicia
de los jueces, JUSTICIA JUDICIAL, y hay que acudir a la JUSTICIA SOCIAL a la
justicia que es promovida y provocada por nosotros mismos, especialmente por
los agentes de conflicto. Si tú tienes el insumo para causar un conflicto, como
no vas a tener el insumo para solucionar ese conflicto”.
“Es por eso que la paz es una
construcción social, y no solamente una construcción política...porque siempre
lo vemos como una construcción política en que el Estado es el que esta como
obligado a proveer esos episodios...esos escenarios de paz. Si la paz es una
construcción social quiere decir que todos somos actores de paz, en la familia,
en la escuela, en el barrio, en la universidad, en el trabajo, en la calle… es
decir, en cada escenario donde un ser humano se encuentre tiene dos formas de
actuar, una conflictiva y otra de forma pacífica”, señala la dra. Claudia
Helena.
¿Como entonces estos mecanismos
de autocomposición ayudan a generar espacios de paz y a recrear la paz? Nos
ayuda a cambiar la mentalidad, nos ayuda a recuperar la comunicación perdida,
nos ayuda a neutralizarla, nos ayuda a desescalar un conflicto que ha
escalonado de manera macro, de manera meta, de manera supra. Y nos ayuda a
devolvernos la esencia de los seres humanos…la comunicación… hablando se
entiende la gente (…) entonces, por eso para hacer paz es importantísimo
entender que la comunicación debe partir no solo de lo acertado de mi mensaje,
sino también de lo asertivo de mi mensaje”.
“Esto es muy importante porque la
asertividad tiene que ver con eso que llamamos las competencias blandas”, las
cuales se refieren a los atributos personales, a los rasgos de personalidad y a
las destrezas de saber moverse con olfato para leer las emociones y saber cómo
canalizarlas para evitar el escalamiento del conflicto.
La paz es un asunto que nos toca
a todos, tenemos que apersonarnos, no es una cosa solo del gobierno, el asunto
de la paz está en el clima afectivo que genero con mi comportamiento para hacer
justicia por propia mano, en sentido positivo.
¡Una feliz navidad y próspero
2024 para todos!