miércoles, 26 de julio de 2023

REESCRIBIR EL GUION FAMILIAR

 





La tercera forma de enriquecer las relaciones familiares es reescribiendo el guion para la construcción de familia. Stephen Covey señala que “nuestros padres y el resto de las personas constituyen modelos de roles, y para bien o para mal nos identificamos con ellos. Concretamente, nos dan un guion de vida que se convierte en nuestro rol. Lo asumimos más por absorción emocional que por elección consciente. Emerge de nuestras fibras vulnerables más profundas, de nuestra dependencia respecto de ellos y de nuestra necesidad de ser aceptados y amados. Por esta razón modelar este rol es la responsabilidad básica de los padres. Ellos están escribiendo los guiones vitales de sus hijos, que éstos representarán durante gran parte del resto de sus existencias”.

Pero no estamos escribiendo buenos guiones vitales, puesto que un buen guion familiar se escribe con el ejemplo, con base en lo que se hace y no en lo que se dice, tal como lo señala Covey:  “escribir el guion se basa en un 90% en ejemplos y relaciones y en un 10% en lo que escuchamos (…) porque la gente se identifica mucho más con lo QUE VE Y SIENTE que con lo QUE OYE”.  En efecto, el cachorro humano aprende es imitando, y hace lo que ve hacer a sus progenitores…si los ve leyendo, por ejemplo, aprende el gusto por la lectura, pero si ellos no lo hacen, tendrán que acudir, posteriormente, a regaños por el bajo rendimiento escolar.

Este es uno de los errores más frecuentes y de mayor impacto en la educación familiar, conocido técnicamente como la disociación o incoherencia…decir una cosa y hacer otra, pues como lo señalábamos el infante humano termina haciendo lo que ve y no lo que escucha, por virtud de la imitación. Es por eso que “no debemos lanzar farragosos discursos sobre los altos principios morales, para después vivir el extremo opuesto dedicando la mayor parte de nuestras vidas a refunfuñar y a criticar”, señala el Sócrates americano.

El autoritarismo es otro error con el que estamos escribiendo el guion familiar, pues los padres en el afán de enseñar normas a sus hijos las imponen con violencia sutil, en lugar de “facilitar al niño experimentar vivencialmente la razonabilidad de la norma”, señala Pérez Mercado Juan Francisco. Al hacerlo así, además de ir apabullando la singularidad del niño vamos formando “mandaderos”, que de adultos se doblegarán a la autoridad de turno, dado que la singularidad, base de la libertad, aplastada le impedirá tomar decisiones autónomas.

La permisividad, el tercer error, característico de la presente generación, más nociva que el autoritarismo, en cuanto a “resultados igualmente perniciosos en la vida de los hijos, dado que una educación sin normas es impensable”, señala Pérez Mercado.

Ahora bien, si un buen guion debe escribirse con base en el ejemplo y no en lo que se dice,  cuando es preciso hacer uso del lenguaje no debemos hacer uso de los diálogos funcionales, otro error en la educación familiar, pues este tipo de diálogos “son típicos del ambiente empresarial, pero resultan funestos cuando se entronizan en la intimidad, (…) pues en estos diálogos se usa un lenguaje operativo mediado por objetos, tareas o patrones de eficiencia, que impiden el encuentro intersubjetivo de las personas, que se sienten por ello cosificadas (…) y se constituyen en factores de riesgo y generan frustración y violencia como resultado del aislamiento afectivo a que se somete a las personas, contaminando gravemente el nicho afectivo familiar. A estos diálogos funcionales se contraponen los diálogos lúdicos propios de la intimidad (…) que no apuntan a lograr ninguna eficiencia ni a imponer ninguna verdad o autoridad, pero permiten explorar la fantasía y provocar sentido en el otro (…) no hay en ellos un superior que manda y un inferior que obedece, sino dos interlocutores que se entregan al juego interpersonal lleno de vivencias y de cuerpo”, señala Pérez Mercado.

En consecuencia, estos guiones, además de impactar a nuestros hijos, ejercen sobre nosotros una poderosa influencia, pero también podemos aprender a reescribirlos… ¿cómo? Reconociendo los errores mencionados para iniciar una transformación personal que nos permita superar la incoherencia, el autoritarismo, la permisividad y los diálogos funcionales que estamos usando en la educación de nuestros hijos.

 

 

VISIÓN Y MISIÓN CONJUNTA

 




https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/303309-vision-y-mision-conjunta

VISIÓN Y MISIÓN CONJUNTA

Stephen Covey plantea que “los éxitos profesionales no pueden compensar los fracasos en las relaciones matrimoniales y familiares. (…) No es tarea fácil mantener unas relaciones matrimoniales y familiares adecuadas a lo largo del tiempo. (…) Tener al frente un equipo compuesto por esposo/esposa basado en principios ayuda a ello. (…) Si usted aplica las siguientes 8 prácticas basadas en principios revitalizará y enriquecerá sus relaciones familiares: 1. mantenga una perspectiva de largo plazo, 2. establezca una misión conjunta, 3. reescriba el guion de su vida familiar, 4. reconsidere sus roles, 5. replantee sus objetivos, 6. reoriente los sistemas de la familia, 7. recupere la seguridad interior y 8. ajuste tres habilidades vitales”.

Primero. “Sin una perspectiva de largo plazo no resistiremos ni podremos sobrellevar los inevitables rigores, luchas y desafíos que se nos van a presentar; las ideas a corto plazo nos hunden en una ciénaga y nos dejan expuestos a nuestros propios medios para salir de ella”. Una acción presente sin un marco de referencia que permita comprender lo particular a partir de lo universal, el detalle a partir de la totalidad, y una situación dentro de un contexto más amplio capaz de relacionar lo puntual con lo global, nos conduce a un activismo ciego sin norte y sin responsabilidad. Es aquí donde reside la importancia de la perspectiva del largo plazo al otorgar dirección y sentido al quehacer presente. 

Esta perspectiva de largo plazo es lo que comúnmente llamamos visión, la cual consiste en “ver un estado futuro con el ojo de la mente (…) que representa sueños, deseos, esperanzas, metas, planes”, es una perspectiva de visualizarnos en el largo plazo, que a su vez señala el camino que se debe seguir para alcanzar las metas propuestas.

“Construir puentes entre lo ideal y lo real, evita vivir en dos compartimientos aislados: la cara abstracta, etérea, idealista, espiritual, y la cara mundana, terrenal, cotidiana de la vida”.

Segundo. Una vez concebida la visión individual/colectiva se establece una misión conjunta, pues tal como lo señala Stephen Covey “el enunciado de la misión pretende servir a los líderes de las familias y organizaciones como expresión de su visión y de su sentido de la responsabilidad. Intenta alinear, en una corta frase, el núcleo de valores de la familia/organización, y genera un contexto que da significado, dirección y coherencia a todo lo demás”.

Establecer una misión conjuntamente es una de las experiencias unificantes más poderosas que una familia puede tener. (…) Al escribir el proyecto de una constitución familiar, usted va a la raíz del problema, al identificar un núcleo de valores y metas que orientan los sistemas (metas, programas, normas para enseñar, comunicar y resolver problemas) en función de ellos. Gestione la construcción de los cimientos. Hágalos seguros. El núcleo de una familia es lo inamovible, lo que siempre estará allí. Todo esto puede ser descrito en una declaración de principios que será la línea de conducta de la familia.     

Si bien el producto final es importante, más importante aún es lo que ocurre en su proceso de elaboración. Para que el enunciado de esa declaración sirva realmente como una constitución, algo que guie, gobierne e inspire, todos los miembros de la familia deben participar en él. Ese enunciado debe dar vida a los principios que todos los miembros consideran valiosos. Deje que esa redacción evolucione a lo largo de semanas e incluso de meses. Cree oportunidades para que los sentimientos puedan expresarse abiertamente, sin ser juzgados. A continuación comparto el enunciado de la familia Covey, que puede servir de orientación para la formulación de las nuestras: La misión de nuestra familia es crear un ámbito que nos nutra de orden, verdad, amor, felicidad y distensión, y brindar oportunidades a todos para hacerse responsablemente independientes y eficazmente interdependientes, con el objetivo de alcanzar fines valiosos para aportarlos luego a la sociedad”

   


lunes, 3 de julio de 2023

VIVIR EN CONVERSION

 





VIVIR EN CONVERSIÓN

Padres escolapios. Colegio Calasanz

 

I.                   ALIVIAR EL PESO DEL PECADO (MAL)

La mayor parte de la gente sólo busca

·         ALIVIAR LOS SÍNTOMAS DEL MAL

·         Pero, CASI NADIE QUIERE CURAR

Cuáles son los alivios que solemos buscar?

1.      LA INCONSCIENCIA.

·         Creerme sin MAL.

·         La inconsciencia no quita el mal, pero lo esconde muy bien.

·         No tener conciencia del mal es creerme bueno.

·         Creerme sin fallas, es creer que dentro de mí no existen fuerzas de muerte.

·         Me escondo detrás de la máscara del “buena gente”, y no conozco mi mal…y nos creemos buenos, irreprochables.

·         Creer que el mal no tiene efecto en mi vida, es el alivio más eficaz.

·         Pero, la inconsciencia nos calma, nos alivia… no nos sabemos enfermos, pero seguimos enfermos por dentro.

 

2.      LA JUSTIFICACIÓN TEÓRICA

 

·         Es la búsqueda de dos o tres razones elegantes que disfracen la realidad.

·         La FUERZA DEL mal, la mayor potencia del MAL, ESTÁ EN LA CAPACIDAD que tenemos para disfrazar el bien, lo que objetivamente es mal.

·         Inventar razones de su actuar.

·         Qué fácil es mentirse.

·         La increíble fuerza del mal viene justamente de esa capacidad que tenemos para engañarnos, para actuar mal y estar convencidos de que actuamos bien.

·         Ese es el poder del mal: LA MENTIRA, el autoengaño.

·         Las disculpas teóricas nos hacen aparecer justos ante los demás y ante nuestra propia consciencia…eso nos alivia, nos tranquiliza… pero algo dentro de nosotros sabe que estamos enfermos.

3.      DARLE GUSTO AL PECADO

 

·         Otra manera de aliviar el dolor que causa el MAL es darle gusto al MAL.

·         Si el pecado quiere pecar, pues pequemos, que ya nuestra inteligencia pensara una buena disculpa para no sentirnos mal.

4.      LA CULPABILIZACIÓN PSICOLÓGICA

 

Una forma de aliviar el mal es EXAGERANDOLO TODO…. Y entrar en una culpabilización, autocompasión…victimización.

Se puede huir del MAL NO RECONCIENDO LO QUE SE HA HECHO, o se puede huir también EXAGERANDOLO TODO

Se crea un mecanismo de propia minusvaloración

·         Ya para sentirse mejor consolándose a sí mismo

·         Ya para provocar lástima de los demás

Pero, la culpabilización, a pesar de dar un pequeño alivio mediante la autocompasión, hiere psicológicamente, pues no sólo no quita el mal, sino que además hace daño a la persona.

 

5.      LA BUSQUEDAD DE COMPENSACIONES

 

Tal vez tengo debilidades, fallas, errores...pero como es difícil enfrentarlo, busco una compensación:

·         Unos buscan la droga, el alcohol para olvidar y huir

·         Otros se embotan con horas y horas de TV

·         Otros acumulan posesiones

·         Otros se entregan a la búsqueda de dinero

·         Otros a la búsqueda de placer

De diferentes maneras el ser humano busca huir del pecado, olvidarse del mal, pero el mal NO SOLO NO DESAPARECE, sino que las compensaciones son una nueva y sofisticada forma de pecado

 

II.                LA PRESENCIA DEL PECADO

Lo cierto es que muchas veces sentimos en lo hondo de nuestro ser, la presencia incómoda de un MAL que parece dominarnos:

1.      El MAL que nos duele

El mal, el pecado…se siente también como SUFRIMIENTO…Y Muchos de nuestros dolores son recibidos: se los debemos a:

La historia

Nuestra vida familiar

LOS DAÑOS QUE LOS OTROS NOS HAN HECHO

Son MAL que llevamos en nuestro interior, en nuestro fondo existencial

Dentro de nuestro ser está todo aquello que nos duele…y que es el fruto del MAL que hay en LA HSTORIA, EN LA SOCIEDAD, Y EN LOS OTROS:

·         La NO ACEPTACIÓN de mi imagen corporal

·         El rencor que guardo a esa persona a la que tanto debería querer

·         Mi inseguridad

·         Mi debilidad afectiva

·         Esos recuerdos dolorosos de mi infancia

·         Mis problemas callados, mi soledad

AHÍ ESTA EL MAL QUE NOS DUELE Y QUE NO ES CULPA NUESTRA, no es provocado por nosotros pero duele y angustia y hace sufrir.

Y ESE SUFRIMIENTO INTERNO ENSOMBRECE LA VIDA

2.      El MAL que hacemos

Y junto al MAL que sufrimos está el MAL que hacemos:

La MENTIRA mil veces usada

·         Para engañar

·         Para sacar adelante mis propios intereses

·         Para hundir al que me estorba

La VIOLENCIA FÍSICA O DE LAS PALABRAS

El ROBO

La IRA.

Tantas veces desfogada, incluso con las personas que amo

El ORGULLO.

Que me hace herir a las personas

El APEGO a los bienes

Que me hace atacar a todo el que se acerca a lo mío

El DESENFRENO DE MIS PASIONES.

Que me lleva a buscarme en la utilización sexual o afectiva de los otros

La PEREZA.

Que me hunde en una vida mediocre y sin sentido profundo

AHÍ ESTÁ ELMAL QUE HACEMOS PARA DEFENDER NUESTROS INTERESES, para lograr nuestras ambiciones, para desquitarnos de lo que los otros hacen.

Pero también DUELE… DUELE HACER DAÑO, DUELE AGREDIR A LOS QUE AMAMOS, pero sobre todo duele sentirnos poseído por un mal que no podemos controlar

3.      El MAL, habitante del corazón

A pesar de ser algo que se SUFRE o algo que SE HACE, el MAL ES MUCHO MÁS QUE ESO.

Para Jesús el problema no se trata de que suframos o hagamos el mal…para ËL el problema ES QUE SOMOS EL MAL

El mal no es algo que se sufre o algo que se hace…todo es consecuencia de algo más profundo:

EL MAL SE LLEVA EN EL INTERIOR,

Es un amargo habitante

Es una fuerza que existe en el corazón

Es en el corazón del hombre donde está el MAL

DENTRO DE NOSOTROS ESTAN TODAS LAS CAPACIDADES NECESARIAS PARA HACER EL MAL

Tal vez no asesinemos a nadie, pero llevamos en nuestro interior la ira necesaria para hacerlo

Tal vez no utilicemos a ninguna mujer, pero tenemos en nuestro corazón las pasiones necesarias para hacerlo

Ahí está el MAL en el corazón del hombre, en el mismo corazón donde está DIOS

Por eso el hombre es una íntima contradicción…duele el mal y hacemos el mal…pero no se trata únicamente de que deje de doler o de que dejemos de hacerlo…de lo que se trata es de TRANSFORMAR EL CORAZÓN DEL SER HUMANO

III.              EL SACRAMENTO DE LA CONVERSIÓN

 

Cristo, a lo largo de toda su vida, anunció que era posible romper con el mal, destruir el pecado, pero que no era fruto del esfuerzo humano, sino que era un regalo de Dios, lo cual quiere decir que solo Dios puede liberarnos del mal. Cuando Dios se introduce en la vida de un persona, la vuelve a crear y habitándola, va eliminando el pecado.

Eso fue lo que dios anunció con el Reino de dios: Dios esta en nuestro interior, si se lo permitimos, a pesar de ser pequeños como un grano de mostaza, puede crecer y hacerse grande, hasta liberarnos de nuestras tristezas, de nuestras amarguras, de nuestros odios, de nuestras pasiones torcidas.

Cuando San Pablo retomó el mensaje de Jesús, nos lo transmitió de esta manera:

·         Déjense revestir del hombre nuevo que es Jesús,

·         Dejen que muera en la cruz todo el hombre viejo lleno de pecado…

·         Seamos criaturas nuevas

·         Llevemos en nuestro Ser las marcas de Cristo

·         Dejémosle habitar en nosotros

Esto es lo que solemos llamar CONVERSIÓN. La conversión es un largo proceso, y su fruto es un hombre que VIVE JESÚSMENTE

El proceso de conversión consiste en darle espacios a Dios,

·         Para hacernos DISPONIBLES

·         Para permitirle actuar en nosotros.

·         Para dejarnos trabajar por Él.

Este dejar actuar de Dios, este darle espacios en nuestro ser y este sentir que a medida que se lo permitimos, ÉL NOS VA TRANSFORMANDO.

IV.             CONCLUSIÓN

Qué hacemos entonces en la conversión?

Desandamos el camino del pecado:

·         Tomando conciencia del mal que habita en nosotros.

o   Quien se confiesa, se sabe y se siente pecador…y sabiéndose pecador, acude al único que lo puede salvar

o   Nos aceptamos: este soy yo, este es mi sufrir, este el mal que hago, este es el pecado que había en mi corazón

·         No justificando teóricamente el mal que hacemos

o   Sino denunciándolo y analizándolo con valentía

o    

·         Aprendiendo a sufrir nuestro mal

o   Quien se confiesa, se sabe y se siente pecador…y sabiéndose pecador, acude al único que lo puede salvar

·         No culpabilizándonos

o   No nos sentimos enfermizamente angustiados por nuestro error, sino sentimos un pesar tranquilo, alegre, lleno de confianza en Dios que nos restaura por dentro. Cuando hay angustia, hay problema psicológico, no conversión. La conversión es paz, es confianza, es alegría.

·         Renunciando a las compensaciones.

o    Tal vez tengo debilidades, fallas, errores...pero como es difícil enfrentarlas, en lugar de buscar compensaciones en la droga, el alcohol para olvidar y huir, en horas y horas de TV, en acumular posesiones, en la entrega a la búsqueda de dinero, a la búsqueda de placer, las busco en procurar ser integro ajustando mis hábitos a principios, en cultivar una rica vida privada leyendo, reflexionando, a través del DISCERNIMIENTO, y prestando un servicio.

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