Para comprender la aseveración del título del presente artículo procederemos a explicitar, inicialmente, el concepto de recesión económica, y posteriormente, el de recesión “de volver a la vida anterior”.
La recesión económica, según
Julius Shiskin, es la fase del ciclo económico en la que la actividad
económica se reduce, al disminuir el consumo y la inversión, por un lado, y
aumentar el desempleo, por el otro, durante un período de tiempo.
Por
su parte, el predicador del vaticano Raniero Cantalamessa afirmó
categóricamente en la homilía del viernes santo: “Volver a la vida anterior, es
la recesión que más debemos temer”, vale decir, volver, después de pasada la pandemia, a la misma sociedad con las mismas
debilidades, injusticias y corrupciones.
Y, Leonardo Boff, lo reafirma
señalando que lo peor que nos podría pasar sería “volver a lo de antes: fábricas
articulándose y produciendo a todo vapor, aunque con cierto cuidado ecológico,
para recuperar el tiempo perdido y…las ganancias” … pero, sobre todo, volver… al
mismo esquema mental arrasador de concebir a la tierra como un “mercado de
negocio”.
Así las cosas, es mucho
más terrible para la humanidad ese volver a la vida anterior, que la recesión
económica, pues la segunda en mención sería solo por un período de tiempo, mientras que la primera es
y ha sido indefinida, pues ha dejado al planeta gravemente enfermo, y la
pobreza, antes de la pandemia, era del orden de 1.300 millones de personas, y
la brecha en lugar de cerrarse se ha ido ampliando con el pasar del tiempo.
Es al
egoísmo humano y al paradigma arrasador a lo que más debemos temer, pues la
incapacidad de trascender nuestro propio ego imposibilita pensar y actuar con
fines colectivos…siempre codiciosos de intereses particulares y de atesorar
riqueza con una responsabilidad social y ambiental de mínimos.
En efecto, el sociólogo Jeremy Rifkin,
asesor de gobiernos y corporaciones de todo el mundo señala que “la nuestra es
la civilización de los combustibles fósiles…la cual se ha cimentado durante los
últimos 200 años en la explotación de la Tierra… hemos perdido el 60% de la
superficie del suelo del planeta para transformarlo en gas, petróleo y carbón… el
cual tardará miles de años en recuperarse… la actividad humana ha generado
estas pandemias porque ha alterado el ciclo del agua y el ecosistema que
mantiene el equilibrio en el planeta…debemos asumir, entonces, que estamos en
una nueva era…si no lo hacemos, estamos
ante la amenaza de una extinción, pues habrá más pandemias y desastres
naturales”.
Por lo tanto, es a esta “recesión a la
que más debemos temer”