sábado, 27 de noviembre de 2021

CUMPLEAÑOS 2021




 

EL EGO HUMANO…RAÍZ DE TODOS NUESTROS PROBLEMAS…


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EL EGO HUMANO…RAÍZ DE TODOS NUESTROS PROBLEMAS…

Además, se configura como el paradigma distintivo de la persona fragmentada. En efecto, como el paradigma de “la persona completa”, conforme a lo establecido por Stephen Covey, en su libro el “8° Hábito”, consiste en desarrollar equilibradamente las cuatro dimensiones constitutivas del ser humano Cuerpo, Mente, Corazón y Espíritu, nos detendremos en la dimensión espiritual, cuya manifestación más elevada para el desarrollo y cuidado es “tomar decisiones a conciencia” y el software cultural para su descuido y justificación es el “ego”.

 

El ego es la manifestación más baja del espíritu, y de conformidad con lo expresado por el sacerdote escolapio Juan Jaime Escobar, en su evangelización “enseñanza sobre el ego”, éste tiene seis (6) características: 1. Percibe a los demás como una amenaza; 2. Compite, quiere quedar por delante de los demás…(por) eso toda la publicidad está montada sobre la envidia, porque la envidia funciona…vea lo que el otro tiene, usted que está esperando pa’ tenerlo; 3. Es cruel, dice frases crueles, se burla de los demás, no siente piedad; 4. Se defiende…el ego no agacha la cabeza…el ego pelea por sí mismo, y está lleno sí mismo; 5. Engorda… tenemos cosas, no porque las necesitamos, sino porque esas cosas nos adornan, porque las cosas que tenemos hablan de quienes somos nosotros y nos dan prestigio; 6. Busca reconocimiento; (por todo ello)…el ego es el monstruo que llevamos dentro”.

 

En ese mismo orden de ideas Covey señala que “el ego es tirano, déspota, dictador…se centra en la propia supervivencia, en el propio placer y en la propia mejora sin tener en cuenta a los demás: su ambición es egoísta”, su radio de influencia puede abarcar hasta la familia, por lo cual ésta también se ha convertido en un “santuario de egoísmo”, según lo manifestado por el Padre Juan Jaime.

 

En cambio, continúa afirmando Covey “la conciencia democratiza y eleva el ego hasta un sentido más grande del grupo, del todo, de la comunidad, del bien mayor. Contempla la vida en función del servicio y de la contribución, en función de la seguridad y la realización de los demás”. ¿Cómo hacer, entonces, para elevar el nivel de espiritualidad?

 

En términos del presbítero Juan Jaime Escobar para elevar el espíritu en postración…hay que “levantar la mente y abrirla al conocimiento de lo infinito y lo eterno…y para levantar el alma hay que entrar en los sentimientos del adviento…esperar a vivir la humanidad con la sencillez del niño…a vivir como él nos enseñó…una vida en que nuestro amor se note en los pensamientos que pensamos, en las acciones que hacemos, en las palabras que decimos, en la manera como nos comprometemos...una gran dificultad que tenemos nosotros los cristianos es que mientras nuestra religiosidad va por un lado, muy creyenticos muy piadositos, con mucha oracioncita…pero nuestra vida cotidiana deja mucho que desear…ahí está el enfado, la pelea, la envidia, la ingratitud, el egoísmo, la apariencia, la vanidad, la tacañería, la codicia, la lujuria, la mentira, el robo, la violencia, todo ese despelote…eso si las ideítas muy bonitas por acá funcionando…pero después la vida real muy desbaratada”.

En consecuencia, como el ego es individualista e independiente, y la conciencia es colectiva e interdependiente…así como también el universo todo, tanto el macro cosmos, como el microcosmos y el mesocosmos, los cuales funcionan con base al principio de interdependencia, es precisamente por ello que, el ego no logra armonizarse con la interdependencia, el entorno y la totalidad del sistema, y, por tanto, genera desajustes y contaminación en los ecosistemas humanos, bien sea la familia, la escuela, la empresa, la sociedad o el planeta.

 

LOS EXTREMOS SON INCONVENIENTES: NI PETRO…NI URIBE



https://elmeridiano.co/noticia/los-extremos-son-inconvenientes-ni-petro%E2%80%A6-ni-uribe

Así es la lógica de la cosmovisión del modelo ecológico, que nos demuestra que cualquier ecosistema físico o humano, funciona adecuadamente, sólo si, se articulan equilibradamente sus dos ejes constitutivos, y que cuando no se mantiene este equilibrio, los ecosistemas, se debilitan, se contaminan o colapsan…

El teólogo brasilero Leonardo Boff, afirma que la Libertad Humana -libre albedrío- y la Dimensión del Misterio son los ejes constitutivos del ecosistema humano de la dimensión trascendente del hombre, de manera similar a como la Libertad Económica y la Justicia Social son los ejes constitutivos de los ecosistemas humanos de la esfera de lo público, como lo son los modelos de desarrollo de los países del orbe, afirma Luis Carlos Restrepo.

 

En efecto, afirma Boff, lo que caracteriza lo humano es la polaridad, no la polarización, vale decir, el equilibrio entre sus dos polos o ejes que lo constituyen, uno individual y otro colectivo, pero, como “la razón no sabe cómo mantener la polaridad… se ve obligada a una opción: o Dios o el Hombre”; o Libertad Económica o Justicia Social; o Petro o Uribe.

Es por eso, que también aquí…en la esfera de lo público, como en la trascendental del hombre … domina la polarización…que devora a nuestras sociedades modernas. Dicha polarización, en la dimensión de lo público, consiste en centrase primordialmente en alguno de los dos ejes… si el énfasis es en el eje de la Libertad Económica…se restringe la percepción al capitalismo; y si se centra en el eje de la Justicia Social…se limita la visión al socialismo. Es preciso, entonces, armonizar las acciones de los dos ejes para garantizar la polaridad…que es el sustento del modelo ecológico. Así funciona la naturaleza…así hemos aprendido de ella…algunas cosas…y nos quedan muchísimas otras por comprender, las cuales son el objeto de estudio de la biomímesis, la nueva ciencia que busca desentrañar el funcionamiento de los ecosistemas naturales para aplicarlos, por analogía, a los ecosistemas humanos.

Así las cosas, como el capitalismo está montado sobre el eje de la Libertad Económica y el socialismo sobre el eje de la Justicia Social, un énfasis exacerbado en el eje de la Libertad Económica, como en el caso del neoliberalismo, nos podría conducir al colapso de la civilización humana, como consecuencia del afán de productividad a ultranza y la consecuente “destrucción de los hábitats de animales, que tienden a acercar a nosotros virus letales que viven en animales salvajes”, tal como lo señala el divulgador científico David Quammen, que permiten advertir que, en algún momento sobrevendrá una corrección natural, si no replanteamos nuestro accionar; pero, por otro lado, si el desmedido énfasis se efectúa sobre el eje de la Justicia Social nos conducirá al descalabro de las economías, tal como sucede hoy en día con Venezuela.

Lo anterior implica que, para mantener la polaridad o equilibrio del ecosistema de la esfera pública de los modelos de desarrollo, los países capitalistas deben redireccionar sus acciones hacia la Justicia Social, y los países socialistas deben hacerlo hacia la Libertad Económica. Como ambos sistemas producen desequilibrios por hacer énfasis exacerbado en uno de los dos ejes, la racionalidad ecológica señala que equilibrar el modelo exige encaminar acciones hacia el eje descuidado.

De manera que, en concordancia con este derrotero ecológico, las acciones que deben emprender los países capitalistas, como Colombia, además de la ya señalada por el Presidente Macron de Francia en torno a la necesidad de definir cuáles bienes y servicios se deben sacar de la lógica del mercado, para ser regulados por el Estado, se adiciona la necesidad de repensar el modelo extractivista centrado, enmarcada dentro del núcleo básico de la Libertad Económica, como lo son la Seguridad y la Libre Competencia…para mantener así la polaridad que se requiere para equilibrar el modelo de desarrollo imperante en nuestra nación.

 



ESPEJO SOCIAL…UNO DE LOS PARADIGMAS DE LA PERSONA FRAGMENTADA




 https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/264454-espejo-social-uno-de-los-paradigmas-de-la-persona-fragmentada



Como el paradigma de “la persona completa”, conforme a lo establecido por Stephen Covey, en su libro el “8° Hábito”, consiste en desarrollar equilibradamente las cuatro dimensiones constitutivas del ser humano Cuerpo, Mente, Corazón y Espíritu, nos detendremos en la dimensión emocional, cuya manifestación más elevada para el desarrollo y cuidado es la “pasión” y la programación de la cultura para su descuido y uso es el “espejo social”.

 

El espejo social, conforme a lo establecido por Stephen Covey, en su libro “los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” es el paradigma social imperante, vale decir, “las opiniones, percepciones y paradigmas de las personas que nos rodean…que son más proyecciones que reflejos, pues proyectan las preocupaciones y las debilidades de carácter de las personas en las que se originan”. Y como el paradigma social imperante es el dinero, las posesiones y el placer…entonces la vida de las personas está centrada en el dinero, en las posesiones, y en el placer.

 

Pero, la conducta humana también es una función de nuestras decisiones, y no solo producto del paradigma social expresado en condiciones y condicionamientos que nos determinan, y sobre los cuales no tenemos ningún control ni tampoco sobre su influencia. En cambio, con nuestra capacidad de la libertad humana podemos subordinar los condicionamientos y los sentimientos a los valores y a los principios, porque, tal como lo afirmamos, nuestra conducta no es solo consecuencia de las condiciones o las circunstancias, sino que la conducta fundamentalmente puede ser producto de nuestra propia elección consciente basada en valores y principios.

 

“Cuando el sentido del mérito personal proviene del patrimonio, la persona es vulnerable a todo lo que pueda afectar ese patrimonio, (…) y su valía personal y autoestima está determinada por esos bienes y propiedades (…) y el beneficio económico es su criterio para la toma de decisiones. (…) Así mismo, el trabajo es un medio necesario para obtener dinero, y no un fin de servicio, y su fuente de seguridad y realización es el dinero, y las posesiones son pruebas del éxito económico y símbolos del status”.

 

En cambio cuando la vida gira entorno a principios, “el dinero son recursos para el logro de metas y prioridades importantes; el trabajo es una oportunidad para usar los talentos y capacidades de un modo significativo, una inversión de tiempo que debe estar en equilibrio con otras inversiones de tiempo y en armonía con las prioridades y valores de la vida, una oportunidad de servicio, aportación y realización; y las posesiones son responsabilidades porque hay que velar por ellas, y de importancia secundaria en relación con las personas; y los principios son leyes naturales inmutables que no pueden violarse impunemente, y cuando se les honra, preservan la integridad y conducen al crecimiento y la felicidad verdaderos.

 

Si logramos incorporar este paradigma de "la pasión" en nuestros propósitos de vida, estaremos, no solo garantizando en el largo plazo el bienestar individual y colectivo, sino que nos convertiremos en agentes de cambio, que no perpetuamos el modelo imperante, al expresar y levantar la voz en momentos que la sociedad y la humanidad lo requieren.