Lo expresado en este artículo es una síntesis del apartado del capítulo “experiencia de la gracia en la vida individual” del libro “Gracia y Experiencia Humana” del teólogo brasilero Leonardo Boff:
No nos referimos a la experiencia general del espíritu en relación
con el pensar, el escuchar, el sentir o el admirar, pues en estos casos aparece
con toda claridad lo que es el espíritu. Pero, el espíritu no constituye una
parte del hombre. Es el hombre todo entero en cuanto trascendencia, capacidad
de superación y facultad de regirse por principios más elevados que los del
placer…por ello existen otras situaciones que muestran con mayor exactitud y
más genuinamente lo que es y puede el espíritu:
Ø La experiencia de seguir
dolorosamente nuestra conciencia cuando podríamos haber tergiversado y pactado,
obteniendo inclusos ventajas personales.
Ø Renunciar libremente a beneficios
personales, tan apetecidos y valorados por otros, porque comprometeríamos la
dirección que habíamos tomado en nuestra vida.
Ø Superando la tentación de la
comodidad o de la elección de un camino menos difícil, aunque honesto.
Ø Aceptando nuestras limitaciones
internas de orden intelectual, emotivo, comunicacional, de salud o incluso una
falta moral, sin rebeldía y sin queja, abrazando y viviendo con coraje una
existencia penosa.
Ø La experiencia de callar cuando,
incomprendidos, podríamos habernos justificado.
Ø La experiencia de guardar silencio
cuando se nos ha herido en nuestra más honda entraña. Silencio, entendido según
lo afirma el sacerdote, filósofo y teólogo español Marcelino de Andrés, “como
hecho y acción. Un silencio lleno, no vacío ni hueco. No se trata, por tanto,
de una simple ausencia de palabras, de ruidos, de distracciones, sino de un
silencio de humildad, de discreción, de ocultamiento (…) un silencio fecundo en
buenos pensamientos, en proyectos de ayuda a los necesitados, en propósitos de
entrega y donación”.
Al experimentar todo eso hemos hecho la experiencia de lo
específicamente espiritual en el hombre, y de la trascendencia viva, que es más
excelente que el éxito y más reconfortante que la simple felicidad.
Al experimentar así el espíritu, continúa afirmando Boff, cuando
nos entregamos al misterio de la vida, cuando ya no nos pertenecemos, cuando
dejamos de ponernos en primer lugar, cuando nos hacemos servicio y don para los
demás, entonces estamos experimentando esa realidad que el cristianismo
denomina gracia.
Este es el nuevo hombre que requiere el planeta para mitigar
la crisis ecosocial que afrontamos, pues como lo dice el teólogo brasilero en
su último artículo publicado el 12 de junio del 2021 “sin espiritualidad no
salvaremos la vida en la tierra”. ¿Soñar? ...Yo creo que sí…dada la testarudez
humana, la polarización que carcome a nuestra sociedades y el incipiente
desarrollo de la libertad de querer…que imposibilita gobernar las poderosas
fuerzas restrictivas de nuestro ego, apetitos e instintos…, pero es el único camino
que nos queda: re-encontrar el sendero para “restablecer el rumbo”, según la
expresión utilizada por el sumo pontífice en el contexto de la oración
extraordinaria con bendición Urbi et Orbi del Papa Francisco del 27 de marzo
del 2020.
Óscar nos pusiste a reencontrarnos a recomponernos, yo digo a dejar el equipaje y empezar un nuevo viaje para empezar a hacer lo que debemos cambiar. No es un sueño...todos es posible para el hombre.. Buena lectura...Gracias...😊Amparo Gneco.
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