https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/286424-cambio-de-paradigma-de-hacer-mas-a-hacer-distinto
La modificación de nuestros modelos de
pensamiento respecto del cambio climático, solo la lograremos si concebimos formas
de producción, que a la manera de los ecosistemas naturales, utilicen los desperdicios
como insumos para otros procesos y funcionen a partir de la luz solar. De esta
manera, imitando el funcionamiento de los fábricas naturales podremos hacer la
transición energética para ir adecuando los sistemas industriales -tecnosfera- a
la biosfera, nuestra casa común, para no continuar trastocando los grandes
ciclos biogeoquímicos y la capacidad regenerativa de la tierra por el exceso de
nuestras demandas.
Así lo plantea claramente, el alemán
Jorge Riechmann cuando nos habla de los cinco rasgos básicos de nuestra
situación actual, de los cuales dos de ellos son los menos conocidos: 1. “hemos
“llenado” el mundo, saturándolo en términos de espacio ecológico; y 2. nuestra
tecnosfera está mal diseñada, y por eso se halla “en guerra” con la biosfera”.
En efecto, “desde hace decenios,
ecólogos como Ramón Margalef y Barry Commoner han propuesto que la economía
humana debería imitar la “economía natural” de los ecosistemas. Imitar la
naturaleza a la hora de reconstruir los sistemas productivos humanos, con el
fin de hacerlos compatibles con la biosfera (…), es el objetivo de lo que conocemos
como biomímesis. Desde los años noventa se viene usando el término, dentro de
disciplinas como la robótica (…), pero, con un sentido más restringido,
estudiando la locomoción de los insectos con vistas a desarrollar robots
hexápodos que funcionen correctamente. Sin embargo, la idea ha sido más la de imitación
de organismos, o partes de estos, que la imitación de ecosistemas como unidad,
que es el objetivo que debemos plantearnos”, afirma Reichmann.
No obstante, ya existen desarrollos muy importantes,
adelantados por el psiquiatra colombiano Luis Carlos Restrepo y el teólogo
brasilero Leonardo Boff, relacionados con la identificación de los principios
del funcionamiento de los ecosistemas naturales como unidad, para trasladarlos,
por analogía, a ecosistemas humanos, para su comprensión y reconstrucción. Fue
así, como a partir de la Ecología, encontraron que los ecosistemas humanos
funcionan de manera análoga a los ecosistemas físicos. En efecto, como la
riqueza y el buen funcionamiento de cualquier ecosistema físico depende de la
armonía entre sus dos ejes constitutivos diversidad/dependencia, de la misma
manera, y por razones de semejanza y similitud, dichos ejes se pueden trasladar
a sistemas humanos disímiles como “la pareja”, el “modelo de desarrollo” de una
sociedad, o el “ecosistema humano como especie” y cuyo buen funcionamiento
depende del manejo equilibrado de dichos ejes, denominados acá, singularidad
humana/dependencia afectiva, libertad económica/justicia social” y libertad humana/dimensión del misterio respectivamente.
Contrariamente, constataron que así como se contamina un
ecosistema físico, si no se respetan sus principios de diversidad/dependencia,
también se contaminan los ecosistemas humanos, si no se armonizan los
principios ya reseñados. Es preciso, entonces, equilibrar las acciones de los dos ejes
para garantizar la polaridad…que es el sustento del modelo ecológico. Así
funciona la naturaleza…así hemos aprendido de ella…algunas cosas…y nos quedan
muchísimas otras por comprender, las cuales son el objeto de estudio de la
biomímesis, la nueva ciencia que busca desentrañar el funcionamiento de los
ecosistemas naturales para aplicarlos, por analogía, a los sistemas
industriales.
De esta forma, “(…) la naturaleza, la única empresa que nunca ha
quebrado en unos 4.000 millones de años, nos proporciona el modelo para una
economía sustentable y de alta productividad, dado que sus ecosistemas
funcionan a base de ciclos cerrados de materia (…) totalmente renovable y
autorreproductiva (…), y movidos por la energía del sol, en sus diversas manifestaciones,
incluido el viento y las olas”, señala Riechmann. Así desentrañando los
principios de funcionamiento de los ecosistemas naturales para trasladarlos a
los ecosistemas humanos lograremos reconstruir nuestros sistemas industriales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario