https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/251824-los-principios-son-faros-que-senalan-el-camino-que-conduce-al-desarrollo-pleno-del-hombre
Los principios o pautas de desarrollo humano constituyen el
segundo don de nacimiento que nos fue otorgado, pero a diferencia de la
libertad, primer don de nacimiento, el cual hay que desarrollar, los principios…hay
que deducirlos…, ya que se encuentran inscritos en nuestra naturaleza humana,
de manera similar a como las leyes físicas o naturales, están presentes en la
naturaleza, pero hay que desentrañarlas, tal como lo hizo Newton con la ley de
la gravitación universal.
Sin embargo, como según Maimónides, uno de los grandes comentadores
de Aristóteles, los seres humanos “nos encontramos dificultados para hacer una
original deducción de los principios de conducta que arrancan de nuestra
naturaleza, pero, podemos conocerlos gracias a la división del trabajo”, pues
los estudiosos del tema pueden profundizar en él y realizar la deducción de los
principios inscritos en nuestra naturaleza humana, así como lo hace el
científico que reconoce o descubre una ley de la materia en la naturaleza.
En efecto, son varias las razones que expone Maimónides que
dificultan la deducción: “carencia de los conocimientos filosóficos previos
necesarios para hacer personalmente la deducción; deformación de nuestra
conciencia por la debilidades personales, que nos impediría un análisis sereno,
objetivo e imparcial de (nuestra naturaleza humana) y de los deberes de nuestra
conducta que brotan de ella; y apremios
existenciales que dificultarían dedicarnos con paciencia y tiempo a un estudio
arduo y prolongado…”
De manera que, una vez deducidos los principios, gracias a la
división del trabajo mencionada, éstos deben servir de orientación para vivir
guiándonos por esos principios o leyes naturales, en lugar de seguir la cultura
de hoy basada en remedios rápidos, pues la ignorancia o el desprecio de tales
principios constituyen la forma más grave de degradación en el hombre, pues así
como no se pueden violar las leyes y principios naturales, ya que con ello se
contaminan o colapsan los ecosistemas naturales, tampoco se pueden desestimar
los principios o pautas humanas de conducta so pena de contaminarse también los
ecosistemas humanos, pues los principios son universales, intemporales y
manifiestos.
Los principios son universales, porque, de acuerdo con Covey,
trascienden la cultura y la geografía; intemporales porque no cambian nunca; y
manifiestos porque son indiscutibles, es decir, no requieren demostración, como
los axiomas matemáticos. Estas características de los principios obedecen a que
ellos surgen de la naturaleza humana y se deducen rigurosamente del concepto de
hombre que tengamos. Carlos Llano Cifuentes, filósofo mexicano, señala que los
principios “son pautas de desarrollo contenidas en la idea clásica del ser
humano: dueño de sí y ansia de infinito, es decir, libre y trascendente”.
Para el filósofo mexicano “el cenit cultural de las normas
humanas de conducta se encuentran reunidas en el decálogo bíblico, que
configuran lo que él denomina los principios de contenido concreto, que tienen
de denominador común: el desarrollo de la persona; (…) no son meras
prohibiciones o normas voluntariamente impuesta por Dios, sino que están relacionadas
con el desarrollo de la persona, (…) pues con la trasgresión del decálogo
bíblico agrede el hombre su condición de persona, al convertirse en objeto…tanto
la persona que ejerce la acción a la que se refiere el mandato o principio,
como aquella a la que tal acción es destinada”.
Pero, sin duda el mayor síntoma de trasgresión de los
principios que conducen al desarrollo pleno del hombre y a la plena
sostenibilidad ambiental y social de nuestra civilización…es la actual crisis
ecosocial del planeta.
Gracias mi apreciado amigo. Excelente artículo que lo lleva a uno a la reflexión sensata y profunda.🤝🤝🤝 José Fernando Botero
ResponderBorrarSiendo los principios inherentes a la naturaleza humana, es de suma importancia generar ejercicios prácticos que conlleven a la vivencia de los mismos y a la plena realización del hombre con el fin de humanizarnos y rescatar la sostenibilidad moral, ambiental y social de la civilización. Arcelia Márquez.
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