sábado, 9 de julio de 2022

NO PODEMOS DARNOS EL LUJO DE SER MEDIOCRES



NO PODEMOS DARNOS EL LUJO DE SER MEDIOCRES

https://www.elinformador.com.co/index.php/opinion/39-columnas-de-opinion/280961-no-podemos-darnos-el-lujo-de-ser-mediocres

Así lo afirma categóricamente el sacerdote Juan Jaime Escobar en su homilía del pasado 26 de junio, cuando señala: “en esta hora de la historia del mundo, ¿nosotros tenemos derecho a ser mediocres?; cuando están destruyendo del todo… a lo más profundo la familia, nosotros que amamos a la familia(…) ¿nos podemos quedar callados y dejar que destruyan la familia?; podemos dejar destruir el sacramento del matrimonio y que hombre con hombre...mujer con mujer…y ¿lo que importa es revolcar catre?; cuando triunfa la mentira los que tenemos la revelación de la verdad ¿nos podemos dar el lujo de ser mediocres?; cuando triunfa la cultura de la muerte…los que defendemos la vida ¿nos podemos dar el lujo de ser mediocres?  [Sin duda, no], pero, nosotros estamos acostumbrados a la mediocridad, a la tibieza…nosotros estamos acostumbrados a hacer las cosas sin demasiado esfuerzo…miren para no ir tan lejos, si algo nos dejó la pandemia (…) fue que nos volvimos todavía más tibios en la FE…si antes éramos poquito ahora somos más poquito... si antes nos daba pereza ir a misa, ahora nos da más pereza”.

De allí, conforme lo expresa Stephen Covey,  el enorme desafío que representa el no poder darnos el lujo de ser mediocres…porque ello implica no tomar decisiones que solo satisfagan nuestros intereses, nuestros miedos, nuestro confort, ya que si las tomamos, nos impiden comprometernos con lo esencial, con causas, y aportaciones que vayan más allá de nuestro propio ego; no podemos darnos el lujo de ser mediocres conformándonos con los conocimientos de nuestra profesión, pues nos asiste el deber de ampliar nuestra percepción incorporando otros conocimientos del saber para poder interactuar con otras profesiones y hacer efectivo el reto de trabajar en equipo para lograr el tan anhelado y escaso milagro de la sinergia; no podemos darnos el lujo de ser mediocres permitiendo que el estómago y nuestros apetitos nos gobiernen, así como tampoco podemos darnos el lujo de permitir que las poderosas fuerzas restrictivas de las pasiones humanas como el resentimiento, la rabia y el rencor, guíen nuestro comportamiento; y finalmente, no podemos darnos el lujo de ser mediocres dejándonos condicionar por los paradigmas imperantes que nos determinan, sacrificando el deleite de expresar lo que pensamos y de experimentar el verdadero amor…aquel que se olvida de sí mismo para hacernos servicio y don para los demás.

“Y justamente por eso hoy es preferible tener perro o gato que hijo, porque un hijo o una hija siempre te piden dejarlo todo”, afirma el Padre Juan Jaime. Que seas capaz de superar la tentación de la zona de confort y de la elección del camino menos difícil.

Superar la mediocridad supone, entonces, canalizar nuestra energía de manera que permita ir configurando la mejor versión de sí mismos, desarrollando armónicamente las cuatro dimensiones que nos constituyen: con “disciplina” para gobernar los apetitos del “cuerpo”; con “visión” para proyectar nuestra “mente” y evitar sentirnos víctimas de las circunstancias; con “pasión” como el combustible y la fuerza de convicción para alcanzar la efectividad en el largo plazo, mediante el conocimiento y autodominio de nuestra emocionalidad; y finalmente, con “conciencia” para tomar decisiones con base en principios, que son faros que conducen al desarrollo pleno del hombre, para ir más allá de nuestro propio ego.


https://elmeridiano.co/noticia/no-podemos-darnos-el-lujo-de-ser-mediocres-- 

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