Para revertir un proceso de escalada es indispensable producir un cambio de dirección al menos en una de las tres variables de interacción del conflicto: 1. Acuerdo/Desacuerdo; 2. Realización de actos positivos/Realización de actos negativos; y 3. Amistosidad/Hostilidad.
(…) la crisis de los misiles cubanos en 1962 fue un
ejemplo típico de desescalada de un conflicto, a niveles más bajos de
intensidad, mediante el intercambio de actos positivos sobre temas ajenos a las
especificas metas del conflicto conceto”.
Es importante anotar que “La escalada y desescalada
se dan como modificaciones de la intensidad de la conducta conflictiva, y por
tanto, esta conceptualmente vinculado con las nociones de intensidad e
interacción”. Desde la noción de intensidad, por ejemplo, “la única forma de
desescalarlo es no responder con una conducta de magnitud mayor… pues como se
mencionó, “una respuesta con intensidad mayor genera a su vez el circulo de
provocar en el otro, autor de la escalada originaria, una nueva reacción de
ascenso de la conducta”; y, desde la noción de interacción, es posible
disminuir la hostilidad si se realizan actos positivos o una reducción de los
actos negativos.
En virtud de lo anterior, para revertir la
escalada, sin la necesidad de la intervención de un tercero, se requieren de gestos
unilaterales, bien sean desde la intensidad de la conducta conflictiva o desde
la interacción conflictual; desde la intensidad…no respondiendo con una
conducta de mayor magnitud; o desde la interacción…realizando actos positivos o
reduciendo los actos negativos.
En el conflicto Israelí/palestina, “hay
dos hechos básicos, según Hernando Gómez Buendía, que son indiscutibles”, que
revelan el escalamiento del conflicto:
”1. El 7 de octubre del 2023 Israel fue víctima de un ataque
terrorista de gran escala, y a la luz del derecho internacional, tiene el
derecho de prevenir nuevos ataques; 2. El Estado y los colonos de Israel llevan
75 años de ocupar tierras ajenas y desplazar por la fuerza a los palestinos, (…)
horror que estamos viendo en Gaza, una ciudad
demolida por los bombardeos, sin luz, sin agua, sin comida y con 1,1 millones
de nuevos desplazados, también violando el derecho internacional. (…) Las personas de derecha sólo ven las verdades de
Israel, las personas de izquierda sólo ven las verdades de los palestinos”.
Por tanto, los
gestos unilaterales no aparecen a la vista, ni desde la intensidad, no
respondiendo con una conducta de mayor magnitud, cuya última respuesta fue el
repudiable ataque del grupo terrorista Hamas; ni desde la interacción mediante el intercambio de actos positivos sobre temas ajenos al
conflicto, tal como sucedió con los misiles cubanos en 1962.
En consecuencia, dado
que el conflicto ya exploto en violencia y se encuentra en su intensidad final en que se vuelve violento y
destructivo, su resolución solo será posible con la intervención de terceros
calificados, no de cualquier tercero, que ni influye ni puede influir sobre el
desarrollo de esta guerra, como es el caso de la desafortunada intervención del
Presidente Petro al considerar a Israel como un Estado genocida, omitiendo
repudiar también el acto terrorista de Hamas.
“Los colombianos tenemos el derecho de esperar una de tres
respuestas de nuestro presidente:
La más noble sería darle al mundo la sencilla y difícil lección
de la verdad completa. Colombia repudia con igual firmeza los crímenes de
guerra pasados y presentes de ambos bandos, y los repudia en exacta proporción
al horror de cada uno de esos crímenes; 2. La que corresponde a un presidente:
defender el interés nacional. Si se trata de realismo político, Petro tendría
que tragarse su ideología por la simple razón de que Colombia necesita más de
Israel que de los palestinos; Y 3. si su ideología le prohíbe mirar la otra
mitad de la verdad, la que tenemos el derecho de pedirle al presidente Petro es
que se calle”, afirma Gómez Buendía.
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