En este precioso tiempo litúrgico
que estamos viviendo…inspirados en el ejemplo de nuestro señor Jesucristo de
aquellos 40 días con sus 40 noches, Él pasa en oración y en ayuno en el desierto…hasta que al final
siente hambre y es tentado.
Inspirados repito, en ese ejemplo de Jesús, nosotros hacemos lo mismo que Él,
en estos 40 días que preceden a la semana santa:
1.
Hacemos oración, como decía la oración al
comienzo de la cuaresma, hacemos oración para conocer más el misterio de Cristo, es decir, para
conocer más quién es Jesús, y qué es lo que significa y realiza en nuestras
vidas…y
2.
Nos privamos
de realidades de alimento, de comodidades o de algún bienestar para llevar una vida de purificación
y de transformación personal.
De
manera, que en el camino…cuando
seamos tentados contemos
con la fuerza de Dios para vencer al tentador. Compartimos, pues, con Jesús el desierto de la cuaresma
y la andadura del desierto de la cuaresma.
Y los dos domingos de inicio
de cuaresma la iglesia con mucha sabiduría nos pone los dos polos de la
experiencia cristiana; el domingo anterior podríamos decir es el domingo de la humanidad
plenamente humana, y este domingo es la humanidad divina plenamente divina. Y están los
dos domingos, el uno al lado del otro, el primer domingo y el segundo domingo,
justamente para que
tomemos conciencia de a donde se dirige el camino del cristiano: el
camino del cristiano que se dirige hacia una montaña alta, y ¿Qué es lo que hay
en esa montaña alta? Lo que hay en esa montaña alta es…la Gloria.
Por lo tanto, el camino de la
vida humana, muchachos, el camino de la vida cristiana es un camino que
atraviesa la distancia entre nuestra humanidad humana humana humana que está hecha de tentación y de
pecado, donde somos afligidos por el pecado…ese pecado que viene a
nuestra vida no solamente para
extraviarnos, sino fundamentalmente para alejarnos de nosotros mismos,
como decíamos hace 8 días para alejarnos y para apartarnos de nuestro propósito en la vida, de nuestra vocación, de nuestra misión en este mundo.
Porque lo que quiere el
pecado, es… recuerden lo que decíamos el domingo pasado, porque lo que quiere
el pecado no es que cometas pequeñas equivocaciones, sino que lo que quiere el
pecado es destruir tu existencia, destruir tu persona, y tu persona no es
únicamente tu vida vital, por decirlo así, claro que si el pecado te quiere
matar, pero antes de matarte quiere matar otra cosas, quiere matar
Ø tu
honradez,
Ø tu
bondad,
Ø tu sinceridad,
Ø tu capacidad de amar,
Ø tu rectitud,
Ø tu
inocencia,
Ø tu
pureza,
Ø tu
dulzura,
Ø tu
ternura,
Ø tu emprendimiento,
Ø tu ilusión,
Ø tus motivaciones,
Ø tu fuerza para vivir,
Ø tu matrimonio,
Ø tu familia,
Ø tu
relación con tus seres queridos,
Ø tu deseo de hacer un mundo mejor,
Ø tu hambre de justicia…
Todo eso es lo que quiere matar…antes de matarte... porque todo eso es lo que es tu misión en el mundo…tú viniste a este mundo a hacer un
mundo mejor, y eso es justamente lo que le estorba al pecado, por eso quiere destruir todo lo
bueno que hay en ti.
Ese es el domingo anterior…y
este domingo
Y este domingo es la Gloria…y
esto también tiene que ver contigo…muchachos, Jesús nos va a llevar hoy de paseo
a una montaña muy alta…vamos a ver si puedo decirles todos los detalles encantadores
que tiene este texto…todos los años el primer domingo son las tentaciones, y el segundo domingo es la
transfiguración. Mateo nos va a llevar a un viaje muy bonito que es este
de la montaña alta.
ORACION
A SAN JOSE
San José, casto esposo de la
virgen María, intercede ante Dios, para que podamos obtener el don de la
pureza.
Tú que a pesar de tus inseguridades personales supiste aceptar dócilmente el
plan de Dios, ayúdanos a tener esa
misma actitud para responder, siempre y en todo lugar, a lo que el señor
nos pida.
Varón prudente, que no apegas a las seguridades humanas, sino que siempre
estuviste abierto a responder
a lo inesperado, danos el auxilio del Divino Espíritu, para que vivamos
en prudente desapego de las seguridades terrenales.
Modelo de trabajador constante, de fidelidad silenciosa y de paternal solicitud,
concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario